Entrevista
Jesús González Amago, autor de ‘Sin barreras, sin armarios’
“Mientras no se eduque contra la homofobia y contra el rechazo a la diversidad, no vamos a ninguna parte”
06/07/2018
Blanca Abella - Imágenes: Jorge Villa
Jesús siente una curiosidad innata por cuestiones innumerables, pero si algo le motiva especialmente es la doble exclusión que todavía persiste en la sociedad, en muchas familias, en escuelas y empresas, por razón de sexo y discapacidad. En su nuevo trabajo de investigación analiza una vez más la realidad que soportan, aunque algunos ya la disfrutan, las personas con discapacidad con motivo de su orientación sexual y con auténtica convicción señala a la educación como la herramienta fundamental que rompe las barreras y abre todos los armarios contra la discriminación.
El nuevo libro de este activista, que además es Técnico en Unidad de Desarrollo de Fundación ONCE, se publicó este 28 de junio, conmemorando el día del Orgullo LGTB, y salió a la venta ‘on line’ a través de la web de la Editorial ‘Lo que no existe’, en Amazon y otros comercios.
Es un trabajo que pretende saber cómo hemos cambiado, o mejor, cómo hemos evolucionado, qué ha cambiado y qué ha mejorado, o no, para las personas con esa doble exclusión. Fui trabajando sobre el ensayo pero quería algo diferente, con una parte de análisis sobre el estado de esta realidad, en el ámbito legislativo, de derechos, de igualdad, de imagen, de movimiento asociativo, de conceptos, de campaña, etc., pero quería que tuviesen mucha más voz expertos en la materia y personas con discapacidad LGTB.
¿Qué tipo de libro es 'Sin barreras, sin armarios'??
El libro se estructura en tres partes, una que se refiere a ‘Sin barreras, sin armarios’, que es más teórica, de investigación mía; otra parte que se llama ‘Voces, sin barreras, sin armarios’, en la cual he contado con unos 20 expertos, profesionales en la materia (sexólogos, terapeutas, psicólogos, líderes del movimiento asociativo, tanto de la discapacidad como de LGTBIQ) y luego la tercera parte, quizás la más bonita, la más cercana, ‘Vivir sin barreras, sin armarios’, donde ocho hombres y mujeres con discapacidad, gais, lesbianas y transexuales, me cuentan cómo ha sido su experiencia, su evolución y cuál es su situación frente a este doble y triple exclusión que están viviendo. Con lo cual no es tan teórico como el primero, sino que tiene mucho más de vivencial, experiencial y sobre todo mucho más de expertos que opinan.
¿Cómo ha sido esa evolución en más de diez años entre ambos trabajos?
En estos 12 años ha sido una evolución positiva y el culmen de este avance han sido los
convenios de CERMI con la FELGTB. Es como si pudiéramos decir, ¡Ya es oficial! Era algo que estábamos trabajando de manera individual, o por colectivos, pero ahora seguiremos trabajando juntos y por separado, cada uno en su colectivo, por los derechos y contra la doble exclusión.
En cualquier caso, cuando me puse a trabajar vi que había evolucionado mucho pero que aún quedaban cosas por hacer. Y es en esa primera parte más teórica del libro donde expongo qué es lo que queda por hacer, pero curiosamente en las otras dos partes, los expertos y los testimonios lo consolidan con sus aportaciones.
"La gran necesidad de nuestra sociedad ahora mismo es convertir la educación en una herramienta de verdad, una herramienta de educación en valores"
Y, ¿qué es lo que queda por hacer?
Educación. Mientras que no se eduque contra la homofobia, contra el rechazo a la diversidad, no vamos a ninguna parte, tendremos leyes estupendas pero si en la escuela no se educa, no se dan a conocer todas las perspectivas que la humanidad tiene y con las que te puedes encontrar a lo largo de la vida, todo ese crisol y ese abanico de diversidad que ofrece el universo, no hay nada que hacer. ¡Cuántos chicos sufren en la escuela por ser gais o lesbianas, transexuales y cuántos tienen una discapacidad! Hay películas sobre este asunto que deberían proyectarse en los colegios, con educadores que orienten sobre el tema, tanto sobre sexualidad como discapacidad, acoso... Si tenemos herramientas tan buenas para educar, para formar, para instruir en todas las edades, ¿por qué todavía estamos dando palos de ciego en temas de educación? La gran necesidad de nuestra sociedad ahora mismo es convertir la educación en una herramienta de verdad, una herramienta de educación en valores.
Esa es la solución inmediata que se plantea cuando tratamos muchas cuestiones actuales, o quizás de siempre, es decir a la hora de hablar de discapacidad, de sexualidad, de violencia… Pero mientras esa educación no llega, ¿qué se puede hacer?
Seguir trabajando, luchando por la diferencia, por la diversidad y sumar entre los colectivos, y afortunadamente ya hay muchos y llevan muchos años trabajando en las exclusiones. Me parece fantástico el trabajo de la
CNSE, el de
Plena inclusión y otras asociaciones que se suman a esa necesidad de ayudar a las personas que están dentro y no saben cómo afrontar esa doble o triple exclusión, a no tener miedo, que es lo importante.
¿Se agrava mucho esa exclusión en personas con discapacidad que son del colectivo LGTBI?
Más que agravarse, se complica. Es más difícil porque hay un trabajo interior de la persona por realizar, pero también otro trabajo interior de los padres, educadores, etc. que ayuden a exteriorizar y dar visibilidad, quitar hierro a determinadas cosas. Hay que naturalizar todo y convertirlo en algo sencillo y fácil. Recuerdo, por ejemplo, un manual de Plena inclusión Canarias sobre sexualidad y homosexualidad para las personas con síndrome de Down, eso es ya una herramienta y los padres tienen algo a lo que acogerse para dar un paso adelante y para no tener miedo. Porque estamos hablando de la educación pero la familia también es muy importante, si ya hay una aceptación de una diversidad es mucho más sencillo aceptar la otra diversidad. ¡Ojo!, no hay que hacer de ellos superhéroes, que también es un error, hay que darle la naturalidad que corresponde.
La alianza entre colectivos, como mencionabas, ¿es un trabajo necesario?
Me parece muy importante el trabajo que hicieron el año pasado la
FELGTB, el CERMI y la ONCE. El hecho de que
ONCE saque un cupón, como hizo el año pasado y hace también este año, visibiliza esta cuestión. También el año pasado, con el CERMI y
Fundación CERMI Mujeres, estuvimos en la manifestación del orgullo, fuimos unas 50-60 personas con discapacidad y, además de pasarlo bomba, recibimos el aplauso más atronador de todos al llegar a Colón, y eso nos puso los pelos como escarpias. Y eso es visibilizar. Paso a paso vamos visibilizando y a mí me gustaría que el libro que ha publicado ‘Lo que no existe’ sea eso, un paso más para conocer ocho testimonios de hombres y mujeres que han sufrido, que han vivido y que ahora mismo VIVEN (con mayúsculas) su diversidad sexual y su discapacidad.
"Me ha sorprendido todo el trabajo que solo se ve cuando llegan las fechas del orgullo, sería bueno que tuviera más notoriedad durante todo el año para que más gente se pudiera ver reflejada en ellos"
¿Qué has conocido o descubierto a lo largo de la elaboración de este estudio?, ¿algo nuevo que te haya sorprendido a pesar de llevar muchos años inmerso en este tema?
Me sorprende el trabajo que están haciendo muchos profesionales en la sombra, toda la gente de Plena inclusión Valencia, o en la Asociación Nacional de Salud Sexual y Discapacidad (
Anssyd) de Barcelona, también Carlos desde Getafe, otras asociaciones de Canarias y por supuesto la FELGTB, entre muchas otras. Me ha sorprendido todo ese trabajo que solo se ve cuando llegan las fechas del orgullo, por eso sería bueno que tuviera más notoriedad durante todo el año para que más gente se pudiera ver reflejada en ellos. Pero me ha sorprendido muchísimo, muchísimo, todo el trabajo que están haciendo profesionales, terapeutas, sexólogos, en discapacidad y en movimiento LGTBI para sumar esfuerzos contra la doble exclusión.
¿Eso significa que se ha superado también ese supuesto miedo a hablar de sexo en algunos rincones del sector de la discapacidad?
Creo que se ha perdido ese miedo y ahora el miedo solo reside en la familia, que necesita a las asociaciones para darles respuesta cuando les pregunten cómo afrontar estos temas. Hemos evolucionado mucho y al menos hay más libertad y menos miedo.
"Me encantaría que se vendiera mucho, pero sobre todo que las personas sepan dónde acudir si lo necesitan"
¿A quién le darías este libro o entre qué personas lo repartirías como algo necesario?
Yo estaría contento con que se diera a conocer y que si alguien todavía, en su miedo de reconocer su discapacidad o su homosexualidad, lo necesitara, supiera dónde encontrarlo y lo leyera. Me encantaría que se vendiera mucho, pero sobre todo que las personas sepan dónde acudir si lo necesitan. Quiero que sirva para algo, es más, la parte que me corresponde por ventas la donaré a un proyecto de Fundación ONCE con la FLGTB. Este libro lo he hecho porque me apetecía ver cómo estaba el panorama 10 años después y por petición de una amiga, y cuando lo he terminado me he sentido muy bien, muy contento porque hay mucho ahí detrás, mucho trabajo. Faltan cosas, pero hay gente con mucho valor y coraje para contar su experiencia. El testimonio personal de estas ocho personas es de ‘chapó’. Igual que a mí, cuando estaba buscándome o reconociendo mi identidad sexual me ayudaron algunas películas o libros que leía, espero que este libro sirva también a alguien, que puedan ver que no pasa nada.